Roland Hudson Otro día, otro ejecutivo relacionado con Carlos Ghosn despidió. Así fue para el CEO de Renault, Thierry Bolloré, quien ya no tiene trabajo.
Todos menos tres miembros de la junta del mayor fabricante de automóviles de Francia votaron para eliminar a Bolloré, a quien votaron como CEO interino dentro de los dos días posteriores al arresto de Ghosn en noviembre. Cuando quedó claro que no sería liberado de la cárcel, Ghosn renunció como CEO el 24 de enero y Bolloré se convirtió oficialmente en CEO. Hasta que el directorio cambie de opinión, Clotilde Delbos, ex directora financiera de la compañía, será la directora ejecutiva.
Renault no hizo comentarios sobre Bolloré, pero muchos observadores creen que es otro movimiento para distanciar a la compañía de Ghosn, quien sigue bajo acusaciones por malversación de fondos de la compañía y subestimando sus ingresos en Nissan. Bolloré, según fuentes que hablaron con el Wall Street Journal, supuestamente estaba “arrastrando los pies” los esfuerzos de la compañía para investigar a Ghosn. Bajo la alianza, Renault posee el 43 por ciento de Nissan y Nissan el 15 por ciento de Renault. El CEO de Nissan, Hiroto Saikawa, renunció en septiembre tras un informe de que él y otros ejecutivos de Nissan recibieron valoraciones excesivas y falsificadas de las opciones sobre acciones. En ese mismo mes, Christina Murray, una abogada estadounidense contratada por Nissan para investigar a Ghosn, renunció a su cargo de auditoría interna.
Bolloré, según el WSJ, dijo a un periódico francés después de su partida que “la brutalidad y el carácter totalmente inesperado de lo que está sucediendo son asombrosos”. Bolloré, ex ejecutivo de Michelin y el proveedor francés Faurecia, se unió a Renault en 2012. Supervisó las cadenas de fabricación y suministro de la compañía y se convirtió en director de operaciones a principios de 2018.
El caso Ghosn está en curso y aún no se ha establecido un juicio.
